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En un mundo cada vez más consciente de la importancia de reducir las emisiones de carbono y combatir el cambio climático, las empresas del sector alimentos y bebidas se encuentran en una posición única para liderar el camino hacia la sostenibilidad en la industrias; que no solo tienen la oportunidad de reducir su propia huella de carbono, sino que también pueden influir en las prácticas sostenibles de toda la cadena de suministro alimentaria.
La clave
La eficiencia energética es clave para la descarbonización de este sector en el que es posible implementar tecnologías y prácticas que reduzcan el consumo de energía, alternativas al uso de combustibles, así como análisis en el sistema de iluminación LED, equipos de transferencia de calor eficientes y sistemas de gestión de energía avanzados, logrando marcar una notable diferencia operacional.
Cuatro acciones determinantes
El camino a la descarbonización inicia con cuatro acciones: medir, reducir, capturar y compensar. Aunque se han desarrollado líneas globales de acción, las soluciones energéticas en pro de la descarbonización se ajustan a las necesidades particulares de cada uno de nuestros clientes para contribuir al logro de sus objetivos.
Estas necesidades son identificadas mediante la evaluación de línea base de consumo, que nos permite definir objetivos y priorización de cada una de las acciones a realizar para el cumplimiento de los KPI de los clientes con entregables como: simulación de escenarios actuales y visualización de datos en tiempo real.
La solución
En Veolia desarrollamos soluciones innovadoras que permiten generar impacto positivo a todos los stakeholders; disponemos de expertos que realizan un seguimiento minucioso de los procesos de nuestros clientes que nos permiten definir y ajustar las acciones como auditorías energéticas periódicas para lograr la optimización de las operaciones. Así mismo, propuestas de transición a fuentes de energías y/o combustibles de bajo carbono, alternativos (al combustible fósil), sostenibles o renovables. También, la optimización en la instalación de tecnologías de producción y distribución de energía con enfoques sostenibles y rentables.
Algo importante a destacar es que la gestión adecuada de los residuos es un componente importante en la descarbonización. Las empresas de alimentos y bebidas pueden reducir su huella de carbono al implementar desde programas de reciclaje, compostaje y/o incluso procesos de generación de biogás de residuos orgánicos, siendo un actor importante en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de la industria.
La implementación de soluciones innovadoras en el área energética, como la transición a fuentes de energía renovable, la eficiencia energética, la adopción de tecnologías sostenibles y la gestión de residuos, no solo beneficia al planeta, sino que también permite mejorar su rentabilidad a largo plazo.