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La escasez de agua es uno de los temas ambientales más urgentes de la actualidad. Su uso desmedido por nuestras formas de consumo y procesos productivos tiene graves consecuencias para nuestro planeta, como mayor transmisión de enfermedades, hambre y desaparición de especies. Esto vuelve urgente reconsiderar la forma en la que realizamos nuestras actividades y procesos relacionados con el agua, y parte importante de ello es evaluar la huella hídrica de las industrias.
En este artículo abordaremos el concepto que se refiere al uso de recursos hídricos y su correcto aprovechamiento en las cadenas de producción, así como el caso particular de una de las industrias más importantes globalmente: la de alimentos y bebidas.
¿Qué es la huella hídrica?
La plataforma colaborativa Water Footprint Network señala que se le conoce como “huella hídrica” al volumen total de agua dulce utilizado para producir cada uno de los productos, bienes y servicios que utilizamos. Este concepto también puede indicarnos cuánta agua es consumida a nivel mundial, por un país, una industria,una comunidad en particular e, incluso, de forma personal.
Tipos de huella hídrica
Existen tres tipos de huella que se clasifican según la procedencia del agua. Estos son:
- Huella hídrica verde: Se trata del agua de lluvia o de la nieve y que comúnmente se almacena de forma superficial en los suelos. Es vital para la agricultura y horticultura.
- Huella hídrica azul: Es el agua proveniente de fuentes superficiales y subterráneas –como los distintos cuerpos de agua. La agricultura, la industria y los hogares son los que mayormente hacen uso de este tipo de agua.
- Huella hídrica gris: Es la cantidad de agua requerida para diluir los contaminantes con el fin de cumplir con los estándares de calidad de agua. Este tipo de huella considera el agua que se descarga de forma directa o indirecta.
La huella hídrica y la industria de alimentos y bebidas
De acuerdo con el Banco Mundial, 70% del consumo de agua a nivel mundial se vincula a las actividades agrícolas. Esta cifra sugiere que la industria de alimentos y bebidas utiliza una cantidad considerable de agua en sus procesos; sin embargo, también deja una amplia posibilidad para optimizar su uso.
Pongamos como ejemplo la cantidad de agua necesaria en la producción de carne de res. En un sistema industrial, una res consumirá a lo largo de su vida un promedio de 1, 300 kg de granos (trigo, avena, maíz, cebada, soja y otros cereales), 7, 200 kg de forraje, 24 metros cúbicos de agua de bebida y 7 metros cúbicos de agua de servicio.
Todo este consumo da como resultado que por cada kilo de carne de res producida se utilicen 6.5 kg de granos, 36 kg de forraje y 155 litros de agua. Esto equivale a una huella hídrica de 15,500 litros de agua en promedio –pues se requieren 15,300 litros de agua para producir el alimento que los animales consumen.
En este sentido, el Profesor Arjen Y. Hoekstra, investigador de la Universidad de Twente en los Países Bajos, elaboró una tabla que indica la huella hídrica de algunos de los productos alimenticios más consumidos.
Lista de huella hídrica de los alimentos
Cómo reducir nuestra huella hídrica
Como pudimos notar, el volumen de agua consumida en la producción de cada alimento es considerable, pero como mencionamos, también deja un margen para reducir su impacto en el ambiente. Así, tanto consumidores como industrias pueden tomar medidas para el cuidado de nuestros recursos naturales.
Dentro de las medidas que se pueden implementar la industria de alimentos y bebidas para reducir nuestro impacto, podemos encontrar las siguientes:
- Mejorar la planificación y gestión del ciclo del agua
- Maximizar el rendimiento de la producción
- Implementar sistemas de reutilización de agua
- Adoptar medidas de tratamiento de aguas industriales
Por otro lado, como consumidores podemos adoptar medidas como:
- Considerar la huella hídrica en las decisiones de compra
- Apoyar programas de agricultura sostenible
- Reciclar nuestros residuos cuando sea posible
- Evitar filtraciones y desperfectos en las instalaciones
A través de los servicios de expertos en la materia, la industria de alimentos y bebidas podrá contar con todo el conocimiento y experiencia necesaria para la gestión del agua. La implementación de medidas encaminadas a reducir la huella hídrica podrá brindar una mayor rentabilidad, disminuir la dependencia a suministros locales y promover estas acciones como una ventaja competitiva.
