Los rellenos sanitarios son una de las soluciones de gestión de residuos más comunes y efectivas en todo el mundo. Sin embargo, existen muchos mitos sobre cómo funcionan y cuáles son sus beneficios. En este artículo, te explicaremos todo lo relacionado con ellos.
Un relleno sanitario es una infraestructura de ingeniería cuyo objetivo principal es colocar los residuos sólidos urbanos que, tras una valorización previa, no son aptos para su reciclaje y recuperación.
En ellos, los gases y líquidos liberados por la descomposición de residuos orgánicos son aprovechados, evitando que afecten al medioambiente.
En México, la NOM-083-SEMARNAT-2003 es la norma que regula la ubicación, diseño, construcción, operación y monitoreo de los rellenos sanitarios que se edifican en el territorio nacional. Estas son algunas de sus especificaciones:
La construcción de un relleno sanitario debe estar alejada de:
Un relleno sanitario se conforma por:
El terreno se divide en módulos o celdas que están impermeabilizadas y protegidas con una capa mineral que evita la filtración de los líquidos originados de la descomposición de los residuos, también conocido como lixiviado.
Se trata de un sistema de tubos que capturan los gases liberados durante la oxidación de la parte orgánica de los residuos depositados dentro del relleno.
A través de ellos se drena el lixiviado para después ser tratado.
Alrededor de este tipo de disposición final de los residuos existen múltiples mitos relacionados con el impacto que representan para el planeta. Aquí te presentamos la verdad sobre algunos de ellos:
Es uno de los mitos más comunes. Se piensa que los rellenos sanitarios son simplemente vertederos donde se arrojan los residuos. Sin embargo, como podrás notar, es una instalación de gestión de residuos altamente regulada y construida con precisión.
Los rellenos sanitarios modernos están diseñados para minimizar el impacto ambiental y maximizar la seguridad. Esto se logra a través de una serie de medidas, como la compactación de residuos para reducir su volumen, la utilización de revestimientos para prevenir la contaminación del suelo y el agua, y la captura y el tratamiento de los gases producidos por la descomposición de los residuos.
El procedimiento consiste en que los residuos sólidos urbanos llegan a las instalaciones para ser pesados y verificar que no sean peligrosos, ya que, de acuerdo con la NOM-083-SEMARNAT-2003, este tipo de sitios se clasifican de acuerdo a las toneladas de residuos que reciben cada día:
Posteriormente, los residuos son depositados y comprimidos dentro de una celda, esta actividad también está regulada por la norma mencionada anteriormente. Una vez que la celda alcanza su máxima capacidad, se sella, se cubre con una capa de tierra y comienza a ser vigilada por un largo periodo de tiempo.
Durante este lapso, los residuos se descomponen por medio de la digestión anaeróbica, liberando biogás, (conformado por metano, dióxido de carbono, nitrógeno y oxígeno), que puede ser recuperado por medio de la red de pozos que atraviesan las distintas capas de residuos.
Cabe mencionar que el biogás es una fuente de energía renovable que puede emplearse para la generación de electricidad, el funcionamiento de motores de combustión interna o ser conectado directamente a la red de abasto de un municipio o fábrica.
Por otro lado, los tubos de extracción permiten drenar el lixiviado de los residuos para su posterior tratamiento como son la recirculación, adsorción, precipitación química, oxidación, sedimentación, entre otros.
Estas son las principales diferencias entre un vertedero a cielo abierto y un relleno sanitario:
Otro mito común es que los rellenos sanitarios son inherentemente malos para el medioambiente.
Si bien es cierto que la gestión inadecuada de los residuos puede tener un impacto negativo en el ecosistema donde es construido, los rellenos sanitarios modernos están diseñados para minimizar este impacto.
Además, muchos rellenos sanitarios están implementando soluciones de gestión de residuos innovadoras para convertir los residuos en recursos a través de la captación de los gases producidos por la descomposición de los residuos y su utilización para generar energía. Esto no solo reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también proporciona una fuente de energía renovable.
Como se ha mencionado en párrafos atrás, la colocación de los residuos sólidos urbanos dentro de los rellenos sanitarios no termina en esta etapa. El proceso de digestión anaeróbica no se lleva a cabo de forma inmediata; se prolonga por varios años debido a la gran cantidad de residuos.
Asimismo, una vez que las celdas son cerradas, estas deben de ser vigiladas durante varias décadas para verificar que los sistemas de filtración de lixiviado y recuperación de biogás funcionan en óptimas condiciones.
La construcción y operación óptima de los rellenos sanitarios brinda los siguientes beneficios:
En Veolia, la gestión inteligente de los residuos, la protección del medioambiente y de la salud de las personas es nuestra prioridad. Por ello, desde hace más de 160 años, trabajamos constantemente en la innovación de nuestras tecnologías relacionadas con los rellenos sanitarios.
Una vez, que realizamos una separación y valorización minuciosa de los residuos para seleccionar aquellos que pueden ser reciclados y utilizados para generar energía, el resto son destinados a los rellenos sanitarios, donde llevamos un control preciso de las instalaciones para evitar daños en el medioambiente.
El mejor ejemplo de lo anterior, es la operación del relleno sanitario San Francisco Tucutzano en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas (México), desde 2006; el cual cuenta con las certificaciones ISO 9001:2008 e ISO 14001:2004 y donde se reciben, en promedio, 6 mil 600 toneladas de residuos al año.
Con nuestro servicio de rellenos sanitarios te ofrecemos:
Como puedes ver, los rellenos sanitarios son un método seguro, productivo y generador de energías renovables para la disposición final de los residuos; que representa grandes beneficios para el medioambiente y tu empresa.
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