Según información de la Organización Meteorológica Mundial, el 2022 fue el séptimo año consecutivo en el que la temperatura mundial ha superado el aumento de 1ºC desde la época preindustrial. Esta crisis ambiental obliga a las empresas a replantear sus procesos con el fin de contar con una producción industrial sostenible y que, sin embargo, continúe siendo rentable. ¿Te gustaría saber más sobre cómo lograrlo? ¡Sigue leyendo este artículo!
La importancia de contar con una producción industrial sostenible
El mencionado aumento de temperatura se debe en gran medida a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI); es decir, a la liberación de gases que atrapan el calor en la atmósfera, como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), entre otros.
Este impacto climático tiene consecuencias severas, como fenómenos meteorológicos extremos, sequías y desplazamientos forzados. Bajo este contexto, América Latina y el Caribe resulta una de las regiones más vulnerables, por tener numerosas zonas costeras, zonas boscosas y estar localizada en una franja de huracanes.
De hecho, los países latinoamericanos emiten el 5% a nivel mundial de los gases de efecto invernadero. Siendo el sector energético uno de los principales responsables en la generación de este tipo de emisiones.
Adicionalmente, podemos identificar 3 sectores de más rápido crecimiento en sus emisiones de GEI:
Ante ello, la Asamblea General de la ONU estableció en 2015 la llamada “Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, la cual establece acciones y compromisos para el bienestar de las personas, el planeta y la prosperidad.
El objetivo 12 de esta agenda supone que, con el apoyo de las empresas de todos los sectores, se puedan llegar a modelos de consumo y producción industrial sostenible, que aumenten la eficiencia de los recursos y disminuyan la huella de carbono de las empresas, manteniendo sus niveles y calidad de producción, así como procurando su estabilidad económica.
El primer paso hacia la descarbonización y una producción industrial sostenible
Si las industrias desean iniciar sus procesos de descarbonización —es decir, para minimizar sus emisiones—, deben conocer cuáles son los 3 alcances con los que se miden las fuentes directas e indirectas de GEI.
Alcance 1: Emisiones directas
Este tipo de emisiones provienen de instalaciones fijas o móviles que se encuentran en los perímetros que son propiedad de una empresa.
Aquí podemos contar las emisiones procedentes de las siguientes fuentes:
- Fuentes de combustión fijas y móviles
- Procesos industriales sin combustión
- Emisiones de rumiantes
- Biogás de vertederos
- Fugas de refrigerante
- Fertilización nitrogenada
- Quema de biomasa
Alcance 2: Emisiones indirectas
Las llamadas emisiones indirectas consideran todas aquellas relacionadas con la compra de electricidad, calor o vapor que se utiliza para el cumplimiento de las actividades de una empresa.
Alcance 3: Otras emisiones indirectas
Este tipo de emisiones son producidas de forma indirecta por las actividades que no entran en el Alcance 2 y que, sin embargo, están vinculadas a la cadena de valor.
Así, en este alcance consideramos actividades como:
- La compra de materias primas, servicios u otros productos
- Viajes de empleados
- Transporte posterior de mercancías
- Gestión de los residuos generados
- Uso y fin de vida de los productos y servicios vendidos
- Tiempos de inactividad de los activos y equipos de producción.
Planes de descarbonización: cómo trazar un plan hacia una producción industrial sostenible
Una vez que las compañías estén conscientes de los tres niveles o alcances que tienen sus emisiones de carbono, el siguiente paso para una neutralización o la descarbonización de sus operaciones se dará mediante alguno de los siguientes tres caminos:
- Reducir
- Capturar
- Compensar
Reducir las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero
Se trata del principal camino que deben seguir las empresas, mientras que el resto son acciones complementarias.
Luego de un estudio minucioso, las empresas deben determinar cuáles son los procesos productivos que más generan emisiones, para luego idear estratégicamente cómo estos pueden ser optimizados para disminuirlas.
Hay tres estrategias principales para reducir las emisiones derivadas del uso de energía:
- Conservación de energía, que implica hacer un menor uso de ciertos bienes y servicios. Por ejemplo, reducir la temperatura de los sistemas de calefacción.
- Eficiencia energética, que implica producir los mismos servicios con menos energía.
- Descarbonización de los vectores energéticos. Un ejemplo de esto sería el emplear combustibles renovables para sustituir la utilización de energías de origen fósil.
Capturar las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero
Otra acción que pueden aplicar las empresas es la captura de emisiones residuales de gases de efecto invernadero.
Los sumideros de carbono tienen como objetivo eliminar CO2 de la atmósfera por medio de dos vías potenciales:
Naturales: Los sumideros naturales de carbono, como los océanos, los bosques y la tierra, son los más importantes. Para preservarlos y aprovecharlos, podemos limitar la expansión urbana, reforzar la cantidad de carbono almacenado en el suelo agrícola y mejorar las prácticas de gestión forestal.
Tecnológicos: Como su nombre menciona, se trata de las tecnologías que eliminan CO2 de la atmósfera, incluido la captura y almacenamiento de CO2, la captura y utilización, la captura directa de aire y la bioenergía con captura y almacenamiento de CO2.
Como ejemplo podemos citar la captura y almacenamiento geológico de CO2 procedente de actividades de incineración.
Compensar las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero
La compensación de emisiones de carbono permite a las empresas volverse neutrales y contar con una producción industrial sostenible al invertir en créditos de carbono voluntarios. Estos son certificados empleados para que, cuando una empresa continúe emitiendo GEI, pague estas emisiones para apoyar proyectos que sí reduzcan la huella de carbono.
Es fundamental señalar que la compensación de emisiones sólo debe ser realizada en casos en los que una empresa no tenga acceso a tecnología para la reducción de emisiones.
Beneficios de la descarbonización de las industrias
Sabemos que la descarbonización de las industrias es de gran beneficio para nuestro planeta. No obstante, esto no significa que las empresas puedan gozar de otro tipo de ventajas con su implementación.
Reducción de costos a largo plazo
La eficiencia energética y la adopción de fuentes de energía renovable pueden reducir los costos operativos y de energía, ante el aumento en el precio de los combustibles fósiles.
Mayor valor añadido
Los consumidores son cada vez más conscientes de la responsabilidad que sus hábitos y tendencias de consumo tienen en el cuidado del medioambiente, debido a ello exigen que las empresas también asuman medidas para tener un menor impacto ambiental.
Al adoptar planes de descarbonización y producción industrial sostenible, las empresas realizan una demostración pública de su interés por la transformación ecológica y podrán captar más clientes mediante este valor añadido.
Acceso a mercados y demanda creciente
La tendencia a la descarbonización, así como la exigencia de productos y servicios que vigilen sus emisiones de GEI —y, en general, su huella ecológica— va a en ascenso de manera global.
Actualmente, las empresas tienen una oportunidad para adelantarse e implementar acciones que les abran la puerta a mercados emergentes.
Cumplimiento de normas y legislaciones
Al asumir compromisos como el de la Agenda 2030 o el Acuerdo de París, los gobiernos de todo el mundo han implementado diversas leyes y regulaciones para vigilar y minimizar los niveles de GEI que las industrias generan.
Poner en práctica distintas medidas de descarbonización no sólo evitará que las industrias sean acreedoras a multas, además, les pondrá a la vanguardia de una tendencia que cada vez es más urgente a nivel mundial.
Planes de descarbonización de Veolia
Con más de 100 años de experiencia, Veolia ayuda a las empresas a iniciar su camino hacia una producción industrial sostenible mediante planes que se adaptan a sus necesidades.
Nuestro plan de descarbonización para las empresas consta de 5 ejes principales e indivisibles:
- Evaluar la línea base de emisiones GEI
Realizamos un acercamiento consultivo y una medición de la huella de carbono que toma como eje central las necesidades de nuestros clientes y sus objetivos medioambientales.
- Análisis del potencial de descarbonización
Tras la evaluación, estudiamos las oportunidades de descarbonización que mejor se adapten a las empresas en aspectos como:
- agua
- energía
- residuos
- biodiversidad
- impacto del uso de recursos
- economía circular
Para finalizar esta etapa, elaboramos un benchmark dentro de la industria.
- Construcción del plan de descarbonización
Esta etapa consiste en la definición de un plan de acción a través de la realización de simulaciones de escenarios y visualización de datos.
- Desarrollo y entrega de soluciones
Ejecutamos los planes de acción involucrando a todos los stakeholders. De forma paralela, ofrecemos ayuda a los clientes con el potencial acceso a financiación, ya sea de Veolia o proveniente de una fuente externa.
- Monitorear y ajustar
Llevamos a cabo el monitoreo puntual, con el propósito de ajustar la estrategia de descarbonización a lo largo del tiempo. Siempre con un acompañamiento experto que priorice resultados.
¿Deseas conocer más sobre temas de sostenibilidad en las industrias y las soluciones que ayudarán a las empresas a lograrlo? Te invitamos a seguir explorando nuestro contenido para descubrir al respecto.
