¿Sabías que los residuos orgánicos producen el 5% de los gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial? Por esta razón, en la actualidad, la gestión adecuada de los residuos se ha convertido en una preocupación creciente para las empresas. En particular, los residuos industriales orgánicos representan un desafío debido a su potencial impacto negativo y por ser una oportunidad única para generar beneficios, tanto económicos como ambientales, y en este artículo te explicaremos cómo lograrlo.
Los residuos industriales orgánicos, también forman parte de los bioresiduos, son los fragmentos de materia orgánica generados por las actividades de las industrias y cuentan con las siguientes características:
De manera general, estos son algunos ejemplos de residuos orgánicos que producen las industrias:
Incluyen desechos y excreciones que produce el ganado; así como el agua que se emplea para la limpieza de las instalaciones
Se trata de fracciones de cultivos herbáceos y leñosos, restos de actividades como la fabricación de alimentos y bebidas, por ejemplo el bagazo de plantas, frutas y verduras.
Son producidos a partir del mantenimiento de zonas verdes y la extracción de madera en espacios regulados.
Contempla la materia orgánica que se retira para la elaboración de alimentos, los restos de la carne, las hierbas que se utilizan para realizar infusiones o los granos de café.
De igual forma, también se considera dentro de este grupo los restos de comida y la que se encuentra en mal estado.
Asimismo, dentro de los residuos industriales orgánicos se considera el papel o los lodos que se obtienen del tratamiento de agua residual ocupada en su producción.
Como se ha mencionado con anterioridad, cuando los residuos de origen orgánico no son gestionados de forma correcta, representan una fuente de contaminación de gran relevancia, que si no se toman acciones oportunas, continuará afectado al medioambiente y la salud de las personas de las siguientes maneras:
De acuerdo con la ONU, cerca de un tercio de la comida que se produce se pierde debido a su desperdicio o a que se estropea; provocando el aumento de producción y, con ello, la cantidad de residuos que se generan debido a estas actividades.
A su vez, esta situación implica un desperdicio de recursos enorme que involucra los nutrientes del suelo, agua, energía, mano de obra y la oportunidad de cubrir la demanda de alimentos en zonas precarias.
Cuando los residuos no son correctamente gestionados, regularmente, llegan en su totalidad a vertederos a cielo abierto que implican un enorme riesgo sanitario y para los ecosistemas, ya que no cuentan con un suelo impermeabilizado, lo que provoca que:
Con la demanda de alimentos en aumento y sin la oportuna valoración de los residuos que permite reutilizarlos e integrarlos en diferentes puntos de un proceso de producción, la sobreexplotación y desperdicios de los recursos vitales seguirá creciendo, lo que producirá su agotamiento.
Además de la protección del medioambiente y sus recursos, la reutilización de los residuos industriales orgánicos brinda los siguientes beneficios para las empresas:
Al disminuir la cantidad de residuos por medio de su aprovechamiento, las empresas obtienen ahorros en costos de transporte y disposición de residuos.
Gracias a un efectivo plan de gestión de residuos, las industrias pueden determinar los métodos más apropiados para el aprovechamiento de sus residuos y qué hacer con ellos: Una alternativa es la venta de los subproductos o materiales reciclados y la oportunidad de colaborar con otras empresas o industrias con este fin.
Tal es el caso de empresas dedicadas al mantenimiento de bosques que pueden vender fracciones de madera, troncos viejos y hojarasca a otras para utilizarlos en procesos que requieren calor o vapor.
Con la reducción de la generación de residuos y su adecuado tratamiento, las empresas estarán cumpliendo con las normativas que regulan estas actividades y, al mismo tiempo, mejoran su imagen y reputación.
Existen diversos métodos para la transformación y reutilización de residuos orgánicos que las empresas pueden aprovechar para obtener los beneficios antes descritos:
Se trata de la transformación de residuos orgánicos en abono o fertilizante. Es un proceso biológico aeróbico que, en condiciones controladas de ventilación, humedad y temperatura, convierte los residuos orgánicos en compost estable y desinfectante, que puede emplearse como abono orgánico.
El compostaje simula la transformación de la materia orgánica en la naturaleza y ayuda a homogeneizar los materiales, reducir peso, volumen y limpiarlos. Este tratamiento favorece el retorno de la materia orgánica al suelo y su reintegración a los ciclos naturales; por lo tanto, su uso es frecuente en la agricultura, jardinería o restauración de suelos.
Como mencionamos con anterioridad, al descomponerse, los residuos industriales orgánicos en condiciones anaeróbicas liberan gases que pueden ser aprovechados para la producción de biogás. La materia orgánica es depurada, quitando restos metálicos o plásticos antes de ser mezclada con agua o líquido de tratamiento e introducida a un digestor sellado para que comience a fermentar debido a la ausencia de oxígeno.
Después de varios días, se obtendrá biogás que puede ser utilizado para la generación de electricidad y calor dentro de las instalaciones de una empresa.
Implica la transformación de residuos orgánicos, como los desechos del ganado, en alimento para gusanos, los cuales son procesados, deshidratados y convertidos en harina y aceite animal: un alimento rico en nutrientes para peces o camarones de granja.
Con los residuos industriales orgánicos es posible reducir el uso de combustibles fósiles, los principales generadores de dióxido de carbono (CO₂), gracias a acciones y procedimientos como:
Como puedes ver, la reutilización de residuos industriales orgánicos es central para que las industrias continúen sus operaciones y, sobre todo, para que reduzcan sus impactos ambientales para la conservación del planeta.
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