De acuerdo con el Banco Mundial, cada año se recolectan cerca de 2,000 millones de toneladas de residuos en el mundo y el 45% de estos no se gestionan correctamente, implicando problemas medioambientales, de salud y de sostenibilidad; lo más preocupante es que estas cifras se duplicarán hacia 2050. Por ello, el tratamiento de residuos es esencial para minimizar su impacto e incluso puede ser una fuente de ingresos y ahorro para tu empresa. ¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!
Existen distintos tipos de tratamientos de residuos; sin embargo, el objetivo de estos procesos es uno: llevar a cabo la transformación de sus características químicas, físicas y biológicas para:
De esta manera, es posible alargar el uso de los recursos dentro de una cadena de producción, minimizar su sobreexplotación y fomentar la economía circular en tus instalaciones.
Con la finalidad de recuperar materiales y sustancias que provienen de los residuos o bien, reducir o neutralizar aquellas que son peligrosas, se pueden realizar las siguientes técnicas o procedimientos para el tratamiento de residuos, cabe resaltar que su selección depende de los siguientes factores:
Consiste en la clasificación de los residuos de acuerdo con su capacidad para producir energía o para utilizarse como materia prima en otros procedimientos; hasta este momento, aún no son transformados.
A través de este proceso, los residuos son depositados en un biodigestor sellado y al cabo de unos días, debido a la falta de oxígeno, comienzan a fermentarse y a producir biogás; este puede utilizarse para la generación de energía o conectarse de forma directa a la red de suministro de tus instalaciones.
Involucra utilizar bioresiduos que, a diferencia de la técnica anterior, sí se requiere la presencia de oxígeno y microorganismos que consumen la materia orgánica de los residuos; así como de otros procesos que permiten obtener fertilizante rico en nutrientes que minimiza el uso de químicos en el suelo.
Para esta técnica se requiere de residuos con un alto contenido de carbono como lo son los bioresiduos, papel y plásticos. Estos son transformados en un gas, al que se le conoce como gas de síntesis, gracias a la utilización de energía termoquímica; su uso más común es en la generación de electricidad.
Consiste en la degradación termoquímica de materiales orgánicos en ausencia de oxígeno. De este tratamiento también se obtiene gas de síntesis, pero con características diferentes al que resulta de la gasificación, y que puede ser utilizado como combustible.
Al mismo tiempo, se obtienen residuos sólidos, los cuales se emplean como materiales para construcción o fertilizante.
La incineración se centra en la combustión de los residuos. Del proceso se obtienen gases de combustión cuyo calor se aprovecha para la generación de energía, vapor o calefacción.
Cuando los residuos ya han sido valorizados para ser reciclados o aprovechados como una fuente de energía, el resto de ellos son enviados a un relleno sanitario.
Contrario a lo que comúnmente se cree, estos espacios son infraestructuras cuidadosamente diseñadas para que la descomposición de los residuos no afecte al medioambiente o la salud de las personas y buscan aprovechar los gases que se producen para la generación de energía.
La gran cantidad de residuos que se generan diariamente a nivel mundial tiene considerables afectaciones al medioambiente y a la salud de todos. Estos son algunos datos de lo que provoca una ineficiente gestión de residuos:
Además, los tratamientos de residuos permiten que tu empresa alcance metas de sostenibilidad y rentabilidad. Al reciclar y reutilizar los residuos, puedes reducir la cantidad de materiales nuevos que necesitas comprar y obtener energía renovable, mucho más barata y sostenible para tu empresa.
Estos son los beneficios de la gestión integral de los residuos:
Con una menor cantidad de residuos se disminuyen los costos relacionados con su traslado, lo que puede resultar en ahorros significativos a largo plazo.
Asimismo, al reciclar y reutilizar los residuos, se reduce la cantidad de recursos que se requieren adquirir; de esta manera se disminuye su sobreexplotación y las consecuencias medioambientales que esto conlleva como:
Algunos residuos se venden a otros sectores para su reciclaje o reutilización. Por ejemplo, el papel y cartón para empresas de reciclaje o las explotaciones ganaderas tienen la opción de ofrecer sus residuos a otras para ser transformados en abono.
Con el tratamiento adecuado, algunos residuos como los bioresiduos, que son fracciones orgánicas de actividades ganaderas-agrícolas, industriales y forestales, se convierten en energía renovable y poco contaminantes como:
Con menos residuos y utilizándolos como una fuente de energía que contamina mucho menos que los combustibles fósiles, se reducen las emisiones de gases de efecto Invernadero (GEI) de alcance 1 y 2: por ejemplo, para minimizar aquellas emisiones relacionadas con los procesos de producción, es posible cambiar el uso de carbón por bioresiduos para la combustión de calderas o el uso de combustible formulado sólido en hornos cementeros.
En cuanto a las emisiones de alcance 2, que están ligadas a la generación de electricidad consumida y adquirida; se puede optar por biocombustibles, biogás u otras técnicas de aprovechamiento de los bioresiduos que persiguen este propósito.
Como puedes ver, los distintos tratamientos de residuos son esenciales para la conservación del medioambiente como hasta ahora lo conocemos y mantener a tu empresa con alto nivel de competitividad en una época donde los clientes buscan cambiar sus formas de consumo.
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